¿Cuál es su importancia?

Podríamos decir que el dinero es para la empresa como la sangre para un ser vivo, su salud depende de la cantidad que circula y también de la velocidad con que lo hace. Su disminución es grave y su ausencia puede ser fatal.

A los efectos de este tema, consideramos efectivo y saldo de Caja no solo el dinero, los cheques y valores a cobrar sino también el saldo de bancos y demás disponibilidades.

Para poder prever las existencias de efectivo, se realizan proyecciones en el mediano y largo plazo, llamadas Flujo de Caja, en base a los datos históricos de la contabilidad y de una serie de supuestos se proyecta la probable evolución de la variable. De este estudio podemos obtener los posibles faltantes o excedentes en el plazo estudiado.

Con estos datos debemos determinar con antelación las alternativas financieras para solucionar los faltantes, estudiar sus causas y prevenirlas. Es sumamente importante contar siempre con un estudio de nuestro Flujo de Caja para ver los efectos que tendrá en el mismo alguna medida que se vaya a tomar.

Por ejemplo, podemos pensar que la compra de un vehículo en 30 cuotas de U$ 500.- no afectara nuestra empresa, pero dichas cuotas acumuladas en la mitad del plazo ya originaran una disminución de U$ 7.500. en nuestro saldo. O sea que si la proyección no arroja ese saldo a los 15 meses, no deberíamos adquirir el vehículo, pues sabemos que vamos a tener que obtener un préstamo bancario, cuyo pago nuevamente cambiara las disponibilidades y el nuevo interés aumentara el costo real de la compra.

Igualmente malo para nuestro negocio es un excedente de caja inactivo, ya que el mismo puede utilizarse para mejorar nuestras compras, invertir en instalaciones, aumento de stock, etc.

Es importante tener en cuenta que el negocio puede ser muy rentable pero si no controlamos nuestro Flujo de Caja, pronto no podremos pagar las cuentas y los costos financieros anularan esa rentabilidad.

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